... anorèxia lèxica
Ah… en el amor todo es empezar
Ah… en el amor todo es empezar
Si él te lleva a un sitio oscuro
que no te asuste la oscuridad
Pues casi nunca se está seguro
si es por amor o por algo más
Si tú notaras que es un tormento
y no se acaba de decidir
Para ayudarle es el momento
de que enseguida le des el sí (molt forta l’afirmació !!!)
Explota, explota,
me explo- explota,
explota mi corazón
Explota, explota,
me explo- explota,
explota mi corazón
Live, live, live, lai,
qué desastre si tú te vas
Explota, explota,
me explo- explota,
explota mi corazón
En el amor todo es empezar – [Raffaella Carrá]
mmm ...
això és un home,
i lo altre són tonteries ...
tonterieS maqueS ..
"No life,
without wife !"
és tard i estic trista. la meva àvia s'oblida de tot últimament. s'oblida de si ha menjat, de pendre's la pastilla, d'on ha posat les ulleres, de qui ha vingut aqueSta tarda .. però no s'oblida d'estar trista, de mirar-te amb ulls cansats, de dir-te que no li importaria morir demà. - Abans em deien la feliç, - mira la vicenta, la feliç!- em diu ... I ara tot és solitud i tristesa. I em pesa la vida quan sento tot això.
Podre cantar una duLce cancióN a la luz de la luNa y acariciar y besar a mi amor como no lo hice nunca
Qué pasara, qué misterio habra puede ser mi gran noche y al despertar ya mi viDa sabrá algo que no coNoce
Será, será esTa noche ideaL que ya nunca se olvida podre reir, y cantar y bailar disfrutando la viDa
OLvidaré la tristeza y el mal y las penas del muNdo y escucharé los violines cantar en la noche sin rumbo !!!
viSca faNgoria i el seu poDer terapèuTic !!!
‘Though nothing can bring back the hour
Of splendour in the grass,
of glory in the flower;
We will grieve not, rather find
Ode on Intimations Of Immortality
[Recollections of Early Childhood]
“Se llama por ejemplo Ramón, y lleva el nombre pegado lo mismo que todo lo demás, lo que la gente ve de él y lo que él mismo ve de él. Pocos saben que en realidad Ramón es un agujero pegajoso, a nadie le resulta fácil imaginar semejante objeto. Hasta los quince años no hubo nada, es decir que había solamente agujero rodeado de amor materno y tricotas y tablas de aritmética y partidos de fútbol. Entonces alguna mañana al despertarse el agujero tuvo, cosa rara ciertamente, una especie de entrevisión de sí mismo como dice el profesor de Bahía Blanca plagiando al de Friburgo, y se dio cuenta de que había que hacer algo para no reventar como una pompa de jabón. Por una acto que no deja de tener su mérito, el agujero se volvió pegajoso en su borde externo, la pompa de jabón atrapó primero unas pelusitas del aire, después la elegante costumbre de fumar tabaco inglés en un sitio donde los otros fumaban picadura, y el nombre de Ramón, fluctuando hasta entonces porque era como un sinónimo del agujero, empezó a pegarse firmemente, se rodeó de una chaqueta de tweed, Ramón se vistió deportivamente y compró gadgets para resolver los problemas de la higiene, la cocina y la calefacción, se volvió una autoridad en marcas de jabón de afeitar, la mejor gasolina para los autos suecos, la sensibilidad adecuada de la película fotográfica en un día de niebla, se abonó a Time, y a Life, se hizo una idea de Picasso y otra idea de los tocadiscos y las playas de veraneo y la alimentación, y ahí va carrera arriba, subjefe, jefe y jefazo, un entendido en las cuestiones más diversas, con una voz sonora donde solamente unos poco adivinan que la sonoridad le viene del agujero, que el agujero habla mientras Ramón golpea delicadamente su pipa de brezo comprada en Londres porque no hay otras pipas comprables, te lo dice Ramón.”
Habían dormido con las cabezas tocándose y ahí, en esa immediatez física, en la coincidencia casi total de las actitudes, las posiciones, el aliento, la misma habitación, la misma almohada, la misma oscuridad, el mismo tictac, los mismos estímulos de la calle y la ciudad, las mismas radiaciones magnéticas, la misma marca de café, la misma conjunción estelar, la misma noche para los dos, ahí, estrechamente abrazados, habían soñado sueños distintos, habían vivido aventuras disímiles, el uno había sonreído mientras la otra huía aterrada, el uno había vuelto a rendir un examen de álgebra mientras la otra llegaba a una ciudad de piedras blancas.
¿cómo era posible que la compañía diurna desembocara inevitablemente en ese divorcio, esa soledad inadmisible del soñante?
rayuela [cortáZar]